Toda vida tiene un núcleo, un eje, un epicentro del que todo sale y al que todo vuelve. Este
momento será el de la madre ausente: el niño, nadie en la casa ni en el corral, la voz en el vacío.
Está ahí, en la parte de atrás de la casa, llamando a las personas que lo han alimentado, que lo han
arropado, que lo han arrullado, que le han dado la mano en los primeros pasos, que le han enseñado
a usar la cuchara, a soplar la sopa antes de comerla, a cruzar la calle con precaución, a no molestar a
los perros cuando duermen, a enjuagar la taza antes de beber, a no acercarse al agua profunda.
Maggie 0´Farrell, en Hamnet (traducción de Concha Cardeñoso). Ilustración de Marcelo Mosqueira